jueves, junio 15, 2006

Letras Perdidas de Diciembre

Tristeza… Vacío… Muerte… Todo es lo mismo.
Vagabundo… Perro perdido… No perteneces a ningún lugar.
Paría, no perteneces al orden jerárquico.

Guerrero… no, si fueras un guerrero te levantarías y pelearías, pero ¿Cómo te atreves a llamarte a ti mismo de esa manera si por el momento no puedes ni levantar tu alma?

Tus manos sudan y tiemblan mientras intentas que tu espada no se escurra de tus manos, ¿Estás en combate?, es posible, ¿Quién es tu enemigo?, tu mismo.

Veo esa figura, veo la sombra, aparece de nuevo esa sonrisa digna del mas bajo de todos los demonios, el más ruin, aquel que sabe que la muerte será tu descanso y lleva tu dolor hasta el limite estrujando tu corazón entre sus garras, disfrutando verte reír para evitar llorar, apretar los dientes para evitar gritar, su motivación es ver la luz que se apaga en tus ojos mientras te atormenta. Eres mío de nuevo, escuchas repetidas veces.

Buscas consuelo, "Dios, dame fuerza, permíteme aguantar", imploras a los cielos mientras tu alma es consumida por el fuego del infierno. "No me dejes darle el gusto de ver cuanto me ha lastimado", una plegaria, un rezo, el ultimo recurso de aquel que una vez fue considerado como un ángel caído. Abandonaste el camino del honor, de la piedad, del corazón, te hiciste a ti mismo un ser vil y despiadado. Ahora intentas regresar cuando ya has perdido toda esperanza, ¿es eso justo?, claro que no. Si has escogido ese camino debes terminarlo, buena o mala fue tu decisión.

¡AFRONTALA COMO EL HOMBRE QUE ALGUNA VEZ FUISTE!

¡AFRONTALA COMO EL GUERRERO QUE DICES QUE ERES!

Es una lástima, no puedo levantar la cabeza y me atrevo a llamarme a mi mismo Espada.

Tal vez esta sea la prueba de tu temple, tal vez estos sean los últimos martillazos que recibirás, la última vez que entras al fuego antes de que estés completamente terminado. Golpea martillo, prueba mi temple. Se bien que el metal a la larga tiende a doblarse o romperse… Si ese es mi caso entonces no soy más que otro intento fallido de la Ultima Espada.

Ya no quieres pelear, pero sabes que debes pelear.

Debo dejarme caer pero no debo dejarme caer.

Debo pedir ayuda pero no quiero que me ayuden.

Sonríe, no muestres dolor, esconde aquella herida que poco a poco mata tu corazón.

Aprieta los dientes, no dejes escapar el dolor.

¿Es necesario?, ¿Te sientes bien así?

No, más bien que así siento. El dolor te recuerda que aun eres humano.

¿Vale la pena sentirse humano a través de ese sentimiento?

No lo se, por el momento es lo único que conozco bien.

DOLOR, MUERTE, DESOLACION…

Vagabundo, no perteneces a ningún lugar.
Perro Perdido, no tienes dueño…
Paría, no perteneces a nada…



¿Es esto la libertad?
Aúlla conmigo, hermano Lobo.