Pilotos, una cepa diferente.
Como algunos saben, se llevó a cabo el rally Chihuahua Express 2010, mismo que se vio enlutado por el fallecimiento de tres competidores en dos accidentes. El viernes 19 de marzo durante la primera etapa del evento falleció el copiloto Carlos García (q.e.p.d.), sobreviviendo el piloto Jean Phillip Mercier Durán. Ayer, sábado 20, perecieron Hernán Solana (q.e.p.d.) y su copiloto Heberto García (q.e.p.d.) en otro accidente durante la segunda etapa, del cual se encuentran hospitalizados Luis Ángel de la Brena y Gerardo Arévalo. Hoy en la mañana cuando leí las noticias vi algo que de alguna manera esperaba, la cancelación de la etapa programada para hoy asi como la premiación y convivio posterior. Muchos medios digitales condenaron los hechos culpando a una mala organización del evento e incluso al dar la nota del accidente presentado ayer clamaban en sus letras que el evento terminara, denominándolo algunos como “El Rally de la Muerte”.
Desde el mismo viernes que estuve presente en el banderazo de salida me di cuenta de algo, Chihuahua no está listo para eventos de este tipo, claro que no me refiero a caminos y demás, sino a su gente. Durante el arranque, varios competidores tuvieron que frenar debido al tráfico generado por personas que hacían caso omiso a las indicaciones de los agentes viales para despejar el camino, atravesándose frente a automotores de alta velocidad movidos por la prepotencia que caracteriza al pueblo de gente noble y leal ante el volante, teniendo como resultado un accidente en una glorieta donde una muchachita de bachilleres hizo caso omiso al agente de tránsito y le pegó a un Ferrari participante.
La gente noble y leal, hoy, culpa a cuantos pueden por sucesos que van, de alguna manera, casados a la historia del automovilismo deportivo. Sin embargo hoy dos notas en los periódicos locales están ahí para demostrar que, como dice el titulo de esta nota, los pilotos provienen de una cepa diferente. Una de ellas indica que los pilotos regresarán el próximo año en caso que se lleve a cabo la edición 2011 del Chihuahua Express. La otra es referente al primer participante que perdió la vida, originario de Chihuahua, en la cual la familia señala que falleció haciendo lo que más le gustaba.
Los pilotos están conscientes del riesgo que conlleva el automovilismo, lo aceptan y lo afrontan cuando suben a sus vehículos. Deben mantener la cabeza fría para calcular cómo tomar una curva o cuánto acelerar en una recta pues, como se ha demostrado no sólo en ésta competencia sino desde muchísimos años atrás, la velocidad puede llevar a consecuencias fatales. Hoy veo a un pueblo que intenta ponderar desde su métrica algo que ni siquiera puede dimensionar. Yo, personalmente, aplaudo la decisión y el valor de aquellos que participan constantemente en engrosar los anales de la historia de éste deporte y soy de la firme creencia que aunque sus vidas se truncaron de manera abrupta por trágicos incidentes, lograron disfrutar su tiempo en éste mundo al máximo.
Para concluir ésta nota extiendo mis condolencias a los familiares y amigos de los participantes deseando que llegué a ellos la fuerza para seguir adelante.
Desde el mismo viernes que estuve presente en el banderazo de salida me di cuenta de algo, Chihuahua no está listo para eventos de este tipo, claro que no me refiero a caminos y demás, sino a su gente. Durante el arranque, varios competidores tuvieron que frenar debido al tráfico generado por personas que hacían caso omiso a las indicaciones de los agentes viales para despejar el camino, atravesándose frente a automotores de alta velocidad movidos por la prepotencia que caracteriza al pueblo de gente noble y leal ante el volante, teniendo como resultado un accidente en una glorieta donde una muchachita de bachilleres hizo caso omiso al agente de tránsito y le pegó a un Ferrari participante.
La gente noble y leal, hoy, culpa a cuantos pueden por sucesos que van, de alguna manera, casados a la historia del automovilismo deportivo. Sin embargo hoy dos notas en los periódicos locales están ahí para demostrar que, como dice el titulo de esta nota, los pilotos provienen de una cepa diferente. Una de ellas indica que los pilotos regresarán el próximo año en caso que se lleve a cabo la edición 2011 del Chihuahua Express. La otra es referente al primer participante que perdió la vida, originario de Chihuahua, en la cual la familia señala que falleció haciendo lo que más le gustaba.
Los pilotos están conscientes del riesgo que conlleva el automovilismo, lo aceptan y lo afrontan cuando suben a sus vehículos. Deben mantener la cabeza fría para calcular cómo tomar una curva o cuánto acelerar en una recta pues, como se ha demostrado no sólo en ésta competencia sino desde muchísimos años atrás, la velocidad puede llevar a consecuencias fatales. Hoy veo a un pueblo que intenta ponderar desde su métrica algo que ni siquiera puede dimensionar. Yo, personalmente, aplaudo la decisión y el valor de aquellos que participan constantemente en engrosar los anales de la historia de éste deporte y soy de la firme creencia que aunque sus vidas se truncaron de manera abrupta por trágicos incidentes, lograron disfrutar su tiempo en éste mundo al máximo.
Para concluir ésta nota extiendo mis condolencias a los familiares y amigos de los participantes deseando que llegué a ellos la fuerza para seguir adelante.
Etiquetas: Filosoficos, rollos citadinos, Vida
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